COMBATE EL ESTRES
Este es un ejercicio ideal para aquellos momentos en los que hemos sufrido 
mucho estrés o presión como por ejemplo tras un duro día de trabajo, un examen 
importante, etc.
Está indicado para que te tranquilices una vez llegues a 
casa y no permitas que la mente siga analizando y dándole vueltas una y otra vez 
al asunto.
El ejercicio consta de dos partes.
Lo harás tumbado y con los 
ojos cerrados de la siguiente manera:
PARTE PRIMERA
Respira lo 
más profundamente que puedas tres veces Después lleva tu atención a tu pies. 
Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se 
relajan; pesan y se relajan. 
Sigue subiendo llevando tu atención a través de 
la tibia, peroné y rodillas. 
Tómate tu tiempo para sentirlos y después 
imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.
Sigue subiendo 
llevando tu atención a través de los muslos, pantorrillas, genitales, glúteos y 
cintura. 
Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como 
pesan y se relajan; pesan y se relajan. 
Sigue subiendo llevando tu atención 
ahora a través del abdomen, pecho, espalda, hombros, brazos y manos.
Tómate 
tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; 
pesan y se relajan.
Sigue subiendo llevando tu atención a través de tu 
cuello, músculos de la cara, cuero cabelludo, y finalmente mente.
Tómate tu 
tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan 
y se relajan.
Vuelve a respirar profundamente tres veces y siente como eres 
un todo que pesa y se relaja; pesa y se relaja. 
PARTE 
SEGUNDA
A continuación imagina una luz muy dorada y brillante que 
comienza a introducirse en tu mente. 
Esa luz es totalmente revitalizante, de 
manera que siente como te despeja la mente y calma todas las 
ansiedades.
Visualiza como esa luz va bajando por tu cabeza, a través de tu 
cuello, hombros, espalda, brazos y manos, pecho, abdomen, cintura, glúteos y 
genitales, pantorrillas y muslos, rodillas, tibia y peroné, tobillos y 
finalmente pies.
Tómate todo el tiempo que necesites para que esa luz inunde 
todas esas partes de tu cuerpo y las revitalice, despeje y equilibre.
Cuando 
hayas llegado a los pies imagina y siente como la luz hace que estés todo 
dorado, sale a chorros por las plantas de los mismos, y comienza a moverlos poco 
a poco. Ve moviendo todo el cuerpo lentamente hasta ir desperezándote del 
ejercicio y finalmente abre los ojos. 
Después levántate y estírate, 
especialmente la espalda.
Practícalo siempre que lo desees y pronto 
comenzarás a ver los resultados.
http://www.formarse.com.ar/ejercicios/ejercicios_relajacion.htm



