1. Mantener permeables las vías aéreas aspirando y humidificando las secreciones tantas veces como sea necesario.
Así como enseñar al paciente a toser y expectorar.
2. Ajustar la mascarilla para evitar o corregir fugas pero sin ejercer una excesiva presión sobre la cara del paciente.
3. Controlar las zonas de roce y de mayor presión para evitar lesiones cutáneas. Proteger el área con un apósito.
4. Vigilar el efecto de las fugas sobre los ojos, previniendo la aparición de conjuntivitis mediante la instilación de lágrimas artificiales y pomada epitelizante.
5. Mantener y corregir la postura del paciente que mejor se adapte a sus necesidades. Es aconsejable colocarlo semiincorporado, entre 30-45º, para disminuir el trabajo
respiratorio y el riesgo de aspiración.
6. Lavar las mascarillas cuando precise. Evitar la contaminación del sistema cambiando filtros y humidificadores según las indicaciones del fabricante.
7. Prevenir la aparición de distensión gástrica.
8. Prevenir la aparición de otitis hidratando periódicamente las fosas nasales con suero salino isotónico. Ofrecer frecuentemente líquidos en pequeñas cantidades.
9. Hidratar las mucosas administrando pomadas hidratantes en labios y mucosa nasal para mitigar la sequedad.
Facilitar el uso de enjuagues bucales.
10. Proporcionar una alimentación adaptada a cada caso concreto, adaptándola a las pausas pautadas de VMNI.
11. Integrar al paciente y hacerlo partícipe en los cuidados que le administremos. Valorando siempre su estado mental.